Al desenterrar los MOAIS de Isla de Pascua nadie pudo imaginar lo que encontraron!

Un Moai es una de esas cabezas de piedra con grandes orejas que aparecen en las fotografías de la isla de Pascua, situada al sur de Pacífico es uno de esos lugares lejanos y exóticos. 

Una pregunta que todo visitante se hace cuando llega a la isla es ¿Cómo llegaron esas piedras hasta allí? la isla más oriental de La Polinesia, a casi 4.000 kilómetros del continente americano, chilena desde 1888.



Las gigantescas moles de piedra pesan más de 10 toneladas cada una, eran desplazadas a más de 20 kilómetros de distancia, desde el cráter del volcán Rano Raraku, de donde se cree que procede originalmente la piedra, hasta diferentes puntos de la isla. En la actualidad, centenares de moáis se encuentran dispersos por el suelo pascuense de distintos tamaños y formas.

Lo que nadie pudo imaginar es que tras esas cabezas que se alzaban desde el suelo había algo más debajo, recientes escabaciones han descubierto que los Moais no son simples cabezas, sino que tienen un cuerpo completo esculpido que ha sido ocultado tras miles de años de sedimentación.

Tras años de discusiones, el arqueólogo pascuense Sergio Rapu, el investigador Terry Hunt, de la Universidad de Hawai, y Carl Lipo, antropólogo de la Universidad Estatal de Long Beach, han llegado a la conclusión de que los pascuenses movían los moáis en posición vertical con un curioso vaiven.

Su teoría, publicada por 'National Geographic', concluye que las estatuas se movían verticalmente mediante un vaivén generado por el uso de cuerdas, de las que tiraban personas. En otras palabras, los habitantes de Isla de Pascua movían los moáis como si tratar de un frigorífico, sin ayuda de ruedas, árboles, grúas o tracción animal.

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