La dura verdad sobre el niño que siempre duerme en los brazos de los limosneros

Pedir limosna es uno de los actos más denigrantes para cualquier ser humano. Muestra que estás fuera de la sociedad, sin un trabajo que te permita vivir dependiendo completamente de la caridad de los demás. Una situación muy dura, tanto que para muchos es la más temida posible incluso por delante de la propia muerte. Pero dentro de este acto hay un oscuro secreto, el de los niños que aparecen algunas veces en sus brazos.

Por fin alguien se ha atrevido a revelar toda la verdad quitándose de encima el prejuicio de que es gente sin más recursos. Muchos están organizados como si fuesen una mafia, cogiendo los mejores sitios de la ciudad y buscando dar pena por todos los medios posibles. Toda esa gente que ha sufrido amputaciones, que apenas puede hablar, son controlados por personas sin corazón que se aprovechan de ellos.

En el caso de los niños es todavía más grave, produciendo que muchos de ellos acaben siendo muñecos realmente o se traten de niños sin ningún tipo de necesidad, buscando tocar la vena sensible del viandante que ve la triste escena. Algo tan grave como la propia idea de la mendicidad, aprovechándose de la buena fe de los demás.

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