En la actualidad es imposible ya controlar la forma de vivir de nuestros hijos. Con toda la libertad que se les da en absolutamente todos los ámbitos de su vida aceptamos ya que tienen el criterio suficiente como para hacer las cosas de una manera más o menos razonable. No es algo tampoco seguro, pero es normal que tengamos dudas, son nuestros hijos y aunque les queremos mucho sabemos cómo son las cosas a esa edad.
El problema llega cuando la sociedad no comparte esa visión nuestra, no por no estar de acuerdo, simplemente no la conocen y acaban confundiendo las cosas. Es lo que nos muestran en este divertido comercial donde podemos ver cómo la policía se asusta al ver a una joven preguntándole cosas a un hombre mayor en el coche. El hombre es su padre, claro, pero es algo difícil de imaginar en una situación que se repite tanto en las calles.
Qué podemos decir, es fácil tratar de convencer al mundo de que no juzguen con presunciones pero todos lo acabamos haciendo, como se puede ver en este vídeo. Al menos pudieron salir de la situación, el tono cómico de la escena nos ayudará a verlo desde otra perspectiva.
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