Josh Paler Lin quiso hacer un experimento sociológico con vagabundos. Sin pensarlo mucho, escogió a uno, le dio 100 dólares y luego le siguió para ver que hacía con ese dinero que debería ser mucho para el. Lejos de lo que el chico esperaba, este homeless le dio un lección de humanidad y demostró que los que menos tienen son los que mejor están dispuestos a darlo todo, aunque ese todo significa lo más grande que hayan tenido en su vida o en mucho tiempo.
El chico se acerca a un vagabundo para darle algo de dinero, pero lo último que espera el hombre era recibir 100 dólares. ¿Está seguro señor? ¡Esto es increíble! exclamó.
Inmediatamente después que su benefactor se marchara, un cámara que se mantiene oculto comienza a seguir a nuestro hombre, que no tarda nada en dirigirse a la primera tienda de licores, un pequeño supermercado que se encuentra cerca.
Hasta aquí todo iba como el youtuber esperaba, pero el indigente salió de la tienda sin bebidas alcohólicas, ocurrió lo último que había imaginado: el homeless salió de allí con bolsas llenas de comida que empezó a repartir comida entre otras personas desfavorecidas, personas que ni conocía pero con las que tenía muchas cosas en común.
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